Informe de Lectura Sobre: “Un tiempo histórico donde lo subjetivo ha ingresado en la forma mercancía”
La política se ocupa de los hechos colectivos, a partir de una unidad de lo comunitario, es decir, tiene en cuenta el cómo está hecho el sujeto y el psicoanálisis se ocupa de la teoría del sujeto que a su vez se vincula de forma directa y proporcional con la construcción de los lazos sociales y en medida de esta relación de sujeto y entes de sociedad, se genera como referente una realidad especifica; encontrándose de un modo u otro una relación entre política y psicoanálisis.
Pero también es preciso identificar que el psicoanálisis posee su propia política, encontrándola en el esfuerzo de Lacan al tratar de construir academia a partir de sus teorías, fue allí donde la experiencia analítica lleva al sujeto que lleva adelante esta experiencia, a ir más allá de sus identificaciones, a parir de lo que Freud denomino psicología de las masas, donde por lo general, estas masas, estos conjuntos de personas se rigen por significantes, amos que funcionan como ideales y aglutinan a los sujetos con un fin a veces inespecífico.
Vislumbrando a su vez que un colectivo se vuelve interesante cuando no lo rige sólo la identificación, porque un colectivo regido por la identificación termina en una inercia, en una segregación, en un rechazo, encontrando en una masa que no se defina solo en significaciones un apasionante campo de acción, ya que este es el mismo objetivo psicoanalítico, es decir, el no cultivar, ni alardear de identificaciones superfluas.
Encontrando a su vez que las transformaciones en lo plano de lo social, subyacen en éxito dependiente de los proceso “sujetos” a las disposiciones de unos cuantos sujetos, disposiciones no solo inmersas en el fundamento básico de que el ser esta siempre en falta, sino que además de esto encuentra en el sujeto un sin número de desfragmentaciones, que trastoca de forma sutil elementos mismo y propios del sujeto como el identificarse y gozar cuando termina el placer mismo de satisfacciones más primitivas.
Lacan diferencia la realidad de lo real, diciendo que lo real es lo que no se simboliza en la realidad, es decir, lo real es lo que es carente de posibilidad en términos de simbolización, entendiendo a su vez que la transformación social es un proceso de análisis, toma de conciencia y criticar con verdadero criterio, que gracias a estos elementos se logra la inauguración de un cambio en la realidad circundante.
En la actualidad el sentido mismo del psicoanálisis ha tomado y cobrado un matiz de superioridad y de herramienta fija de pronta prevención, ya que en un tiempo histórico donde lo subjetivo mismo ha ingresado en la forma mercancía, sin embrago en este episodio de la historia no se es precisa la cura para este mal, encontrando e identificando lo real de nuestra cultura como un ente fragmentado, pero el mismo aliento de encontrar la salida es una luz hacia de hallazgo de la posible solución.
Si podría debatirse en lugar del psicoanálisis como síntoma de la izquierda, la izquierda como síntoma del psicoanálisis.
El capitalismo no es eterno, ya se sabe y por suerte, pero lo sabemos además porque el comunismo y el socialismo que eran sus hijos, ya dieron muestra sobrada de que no eran eternos tampoco, y por suerte también, sin embargo la izquierda sigue apostando al socialismo del siglo XXI, lo cual puede conducir a la derecha a proponer del mismo modo un capitalismo del siglo XXI.
"Ser de izquierda" puede ser ese rasgo identitario que no queremos, desde la enseñanza de Lacan, para agrupar a una escuela y/o formación de paradigmas específicos de hallazgo de conocimiento.
“Que la estructura mediática haya logrado establecer un sistema en donde las opciones políticas no presentan un antagonismo”, parece un planteamiento que merece la discusión, porque nuestra experiencia en cambio nos revela, que a pesar de la perdida de ciertas funciones de los medios de producir cambios y denunciar, lo que otras instituciones no logran hacer en la sociedad capitalista, en aquellas sociedades donde los medios han sido tomados y luego amordazados por el Estado, los antagonismos desaparecen totalmente.
La "construcción latinoamericana" también puede ser pensada como contingencia, a menos que factores políticos y sociales intenten pragmatizar esos procesos.
Glosario.
Ernesto Laclau. (Buenos Aires, 6 de octubre de 1935) es un teorico politico argentino frecuentemente llamado postmarxista. Es profesor de la Universidad de Essex donde ocupa la cátedra de Teoria politica y también es director del programa de ideologia y analisis del discurso. Ha dado numerosas conferencias en universidades de Estados Unidos, Latinoamérica, Europa occidental, Australia y Sudáfrica.
El libro más importante de Laclau es Hegemonía y Estrategia Socialista, que escribió al lado de Chantal Mouffe y que es la piedra fundacional del posmarxismo. Su pensamiento es frecuentemente descrito como postmarxista dado que ambos estuvieron involucrados en los movimientos sociales y estudiantiles de los 1960s tratando de unir a la clase obrera con nuevos movimientos sociales. Rechazaron el determinismo económico marxista y la noción de que la lucha de clases es el antagonismo crucial en la sociedad. A cambio, llamaron por la democracia radical y el pluralismo agonal en el que todos los antagonismos puedan ser expresados. En su opinión "...una sociedad sin antagonismos es imposible", por lo que declararon que "la sociedad plena no existe", es quimérico pensar en el cierre de "lo social".
Durante los años '60 dirige las revistas Izquierda Nacional y Lucha Obrera ligadas al Partido Socialista de Izquierda Nacional
Jorge Alemán. Es miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis, docente del Nuevo Centro de Estudios de Psicoanálisis Nucep, asociado al Instituto del Campo Freudiano, miembro del Centro Descartes de Buenos Aires y miembro de Cruce, Fundación de Arte y Pensamiento de Madrid.
Ha dirigido diversas publicaciones de psicoanálisis, entre las que figuran Serie psicoanalítica y Estudios psicoanalíticos. Premio de poesía Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires, 1974. Ha publicado: Lacan, el Campo del Goce; Lacan: Heideger. Un decir menos tonto; Cuestiones antifilosóficas en Jacques Lacan y en esta misma colección La experiencia del fin. Psicoanálisis y metafísica, Lacan en la razón posmoderna, Derivas discurso capitalista. Notas sobre psicoanálisis y política y, en colaboración con Sergio Larriera, Lacan: Heidegger. El psicoanálisis en la tarea del pensar.
Colabora habitualmente en revistas especializadas tanto en el campo del psicoanálisis como en el de la filosofía y el arte, así como en diversos foros de debate del pensamiento actual.
CIBERGRAFIA:
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